miércoles, 14 de octubre de 2009

CORRIENTES MUSICALES SIGLOS XIX Y XX

Colegio San Ignacio Alonso Ovalle
Guía Educación Musical 3° medios
Prof. Mario Carvajal

CORRIENTES MUSICALES SIGLOS XIX Y XX

1. Romanticismo
2. Impresionismo
3. Nacionalismo
4. Dodecafonismo
5. Música Electroacústica
6. Otras Corrientes del S. XX
7. Chile y el S. XX

1.- El Romanticismo

Movimiento cultural surgido en Alemania que se desarrolla fundamentalmente en la primera mitad del Siglo XIX, extendiéndose a Inglaterra, Francia, Italia, España, Rusia, Polonia, Estados Unidos y las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas. El Romanticismo no fue tan sólo un movimiento musical, de hecho su nacimiento es en la Literatura, con el movimiento literario Sturm und Drang (en alemán: tormenta e ímpetu). Éste movimiento fue el precedente de todo el Romanticismo Alemán. Algunos autores importantes de éste movimiento fueron Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich Schiller.
Beethoven inaugura en la historia de la Música la era del Romanticismo que había de ser la de la supremacía Alemana. Un nuevo concepto se abre paso y vienen a sustituirse el equilibrio soberano y la sobriedad de los clásicos por una libertad mayor y una expresión más intensa. La música revelará en adelante los estados de ánimo, las alegrías y las penas del compositor, y llevará al artista a acercarse a todo lo que crea más humano, las amarguras, las tragedias de su existencia y todos los sentimientos íntimos en presencia de un ser amado, de una idea o de un paisaje. La estética del romanticismo se basa entonces en el sentimiento y la emoción.
En términos musicales, el tamaño de la orquesta estándar aumentó, y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés, que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Las obras del romanticismo se tornaron más largas. Por otro lado, en el romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El violinista Niccolo Paganini y Franz Liszt fueron unos de ellos.
Y precisamente con Liszt nace el poema sinfónico como forma musical, lo que será el antecedente de la música programática o de programa en donde existe un texto o poema que guía la trayectoria de la música. Las formas clásicas como la sonata, el concierto y la sinfonía siguen siendo desarrolladas por algunos músicos pero con menos fuerza.
Los principales exponentes de esta época fueron: Beethoven, Weber, Shcubert, Mendelssohn, Schumann, Bramhs, Wagner (Alemania), Chopin (Polonia), Liszt (Hungría), Verdi (Italia), Beriloz (Francia).
Liszt, Chopin, Beriloz y Wagner son compositores que pueden considerarse como los más representativos del período Romántico. Liszt fue reconocido como un gran pianista en su tiempo más que como el gran compositor que es hoy en día. Sus composiciones son en gran mayoría para piano (rapsodias húngaras, estudios, preludios). Su legado es la creación del poema sinfónico- obra de origen extramusical, de carácter poético literario, cuya finalidad es mover sentimientos y despertar sensaciones. Generalmente consta de un solo movimiento y es escrito para orquesta- y su gran técnica en el piano. Chopin, al igual que Liszt es considerado uno de los más grandes pianistas de la historia. Prácticamente compone toda su obra para piano, se distingue por su marcado nacionalismo musical, manifestado en la adopción y estilización de formas procedentes de la música folklórica de Polonia como la Polonesa y la Mazurca. Beriloz llevó la música programática al género sinfónico con su Sinfonía Fantástica op. 14, inspirada en la obra de Thomas de Quincey “Confesiones de un comedor de Opio” y relacionada con sus propias vivencias amorosas. Y por último, Wagner es considerado tanto para el Romanticismo como para la música moderna del S. XX. Renueva la ópera nacional alemana y amplía el lenguaje musical introduciendo distintos elementos como la tensión cromática, la tonalidad progresiva y el liev-motiv que romperán con la tradición romántica y darán paso a un nuevo arte, a un nuevo sistema dramático, a una nueva etapa.
La última época del periodo romántico también conocida como Post Romanticismo presenta unas características formales y estilísticas más acordes con el clasicismo, con líneas más marcadas y definidas. Destacan compositores como Strauss, Mahler (Alemania), Puccini (Italia) Saint-Säens, Fauré, (Francia) y los “5 de Rusia” (Balakirev, Cui, Borodin, Mussorsky y Rimsky-Korsakov) entre otros.

2.- El Impresionismo

El movimiento llamado Impresionista surge en Francia a fines del S. XIX desde la pintura. Artistas como Monet, Cezanne, Degas y Renoir fueron quienes impulsaron este movimiento caracterizado por signos del paisaje, luces y transiciones difusas de color, lo que crea una “impresión” de atmósfera y un lenguaje nuevo basado en un naturalismo extremo.
En cuanto a música, el término impresionismo se aplicó de manera semejante. El Impresionismo musical surgió a fines del S. XIX y principios del S. XX y se caracteriza por las combinaciones de instrumentos que se llevan a cabo para conseguir una mayor riqueza tímbrica. En las obras impresionistas se da mucha importancia a los timbres, con los que se consiguen diferentes efectos. También se caracteriza porque los tiempos no son lineales sino que se ejecutan en sucesión de impresiones. El lenguaje musical adquirió nuevas sonoridades con el fin de evocar mundos etéreos e “impresiones” nuevas. Dos nombres señalan el apogeo de la Escuela francesa: Fauré y Debussy, artistas que aplican una estética diferente, pero cuya obra indica un esfuerzo para separarse del romanticismo, y renovar más allá del S.XIX la tradición de los siglos del Clasicismo. También este movimiento se desarrolló en otros países como Rusia, en donde Mussorsky fue el precursor del impresionismo musical y en España el compositor Isaac Albéniz.
Mención especial merece Claude Debussy (1862-1918) a quién le atraen los poetas simbolistas y los pintores impresionistas, y es quién consigue transportar a la música este arte nuevo formado de sensaciones e imágenes. Fue un creador profundo que liberó a la música del sello Wagneriano y con su arte revolucionaría la música en Europa.
Maurice Ravel fue el sucesor de Debussy, pero fueron muy diferentes entre si, el primero nos seduce con sus visiones misteriosas, sus evocaciones y sus reflejos que hablan más al corazón y a la imaginación, y el segundo-Ravel- nos seduce con su nitidez, su perfección, su cuidado en la composición y el refinamiento de su orquestación.
Otros Compositores impresionistas son Satie, Roussel y Dukas.
3.- El Nacionalismo

Muchos compositores del romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música que tenía alguna conexión particular con su país. Nace el nacionalismo, movimiento que permite a distintos países librarse de una colonización artística operante durante muchos años y que se manifestó sobre todo en el entorno operístico. El Nacionalismo no se circunscribe a ningún país, sino que trasciende fronteras y se manifiesta en España, Rusia, Brasil, Francés, Estados Unidos, entre otros. Podríamos decir que con Chopin y sus Polonesas y Mazurcas se siembra la semilla de lo que será este movimiento.
Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedrich Smetana, Antonin Dvorack y Bela Bartok utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.
Es así entonces como las melodías están referidas a un tema folklórico y el ritmo - empobrecido como realidad formal durante el Romanticismo - adquiere ahora una importancia inusitada al constituir, junto a la melodía, la base sobre la que descansa la música de raíz folclórica.
En España Manuel de Falla e Isaac Albéniz son sus fieles representantes. En América surge el llamado nacionalismo americano en la primera mitad del S.XX, con exponentes como Pedro Humberto Allende (Chile), Carlos Chávez y Silvestre Revueltas (México), Alejandro García Catarla y Amadeo Roldán (Cuba), George Gershwin (Estados Unidos), Alberto Ginastera (Argentino), Heitor Villalobos (Brasil) entre otros.

4.- El Dodecafonismo

Hasta comienzos del S. XX casi todos los compositores permanecieron fieles al tradicional concepto tonal impuesto por los madrigalistas italianos de fines del S. XVI. Sería inexacto pretender que los cambios profundos se realizan de golpe. Wagner, Debussy y otros ya habían abierto a los compositores un campo inexplorado.
El dodecafonismo o música dodecafónica, que significa música de doce tonos es una forma de música atonal Este movimiento se caracterizó por explorar las disonancias y ocuparlas hasta su extremo - la tonalidad ya no existe – y la técnica de composición consta de la utilización de las 12 notas de la escala cromática tratadas como equivalentes, es decir, sujetas a una relación ordenada que - a diferencia del sistema mayor/menor de la tonalidad - no establece jerarquía entre las notas.

DO DO# RE RE# MI FA FA# SOL SOL# LA LA# SI
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Se escribe siguiendo el principio de que todos los doce tonos o notas son de igual importancia, siendo lo opuesta a la tonal, en la cual ciertas notas son predominantes en una tonalidad determinada. Estos 12 sonidos son organizados en una “serie” la cual Arnold Schoenberg, quién creo este movimiento, le estableció cuatro posiciones básicas

• La serie fundamental. Utiliza la abreviatura P.
• La retrogradación: la serie fundamental dispuesta en orden retrogradado, o sea de adelante hacia atrás. Se utiliza la abreviatura R.
• La inversión: consiste en invertir la dirección (no el valor) de los intervalos haciendo ascendentes los descendentes y viceversa. Se utiliza la abreviatura I.
• La inversión retrógrada: se realiza una retrogradación de la inversión. Se utiliza la abreviatura RI.
Otros compositores que conformaban la Segunda escuela vienesa y que desarrollaron el dodecafonismo son Alban Berg, Antón Webern, Hanns Eisler y el propio Arnold Schoenberg. Este último defendía que: "Reemplazar una fuerza estructural (tonalidad) por otra (incremento de unidades temáticas) es en sí la idea fundamental del dodecafonismo. Evitando las técnicas románticas e impresionistas, estos músicos crearon un arte inédito de los sonidos: música “dura” que quiere pintar realidades y evocar mundos abstractos, música primitiva que toma toda su sustancia de ritmos deformados y efectos de sonidos; música caótica, donde se entrechocan las tonalidades y los modos más opuestos; música que exige de los instrumentistas una técnica orquestal muy avanzada, música hecha de contrastes de impresiones fuertes y a menudo de dibujos abstractos o puramente intelectuales.
Los músicos que siguieron con este movimiento fueron Luciano Berio, Pierre Boulez, Luigi Dallapicolla, Juan Carlos Paz y, después de la muerte de Schoenberg, Igor Stravinsky dará a conocer la Música Primitiva, en donde la rítmica es de vital importancia y esto dará paso a las Música Concreta, hecha de sonidos cotidianos.
5.- Música Electroacústica
La música electroacústica comienza a despuntar en los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, gracias al notable avance de la electrónica y su aplicación a diversos ámbitos científicos. Surgió como posición unificadora entre la música electrónica que se venía haciendo en Colonia (Alemania) durante los años cincuenta (la cual usaba prácticamente sólo sonidos generados electrónicamente) y la música concreta, aunque poco a poco se fue convirtiendo en un término general que agrupa ahora a la electrónica en vivo y cualquier otra música o tendencia que pueda combinar sonidos del entorno acústico natural, sean convencionalmente musicales o no, con otros generados de manera electrónica mediante osciladores, generadores de onda, computadores, etc.
Gran parte de la música de vanguardia pertenece a esta corriente, por lo que no es extraño encontrar en los conservatorios de música, laboratorios electroacústicos y espacios dedicados a la composición por medios informáticos. En la Universidad de Chile existe hasta hoy el G.E.M.A (Gabinete electroacústico de música de Arte) fundado por Juan Amenábar, músico chileno que incursionó en la música electroacústica junto con Vicente Asuar principalmente. En conjunto iniciaron también el Taller Experimental del Sonido en la Universidad Católica, y desde entonces su labor creadora se centró preferentemente en torno a la música concreta y electr6nica. La primera obra electroacústica hecha en nuestro País y en Latinoamérica fue Los Peces (1957) de Juan Amenabar. Otros compositores chilenos que participaron de ésta música fueron León Schydlowsky, José Vicente Asuar, Gustavo Becerra entre otros. Actualmente podemos nombrar a Andrés Ferrari, Federico Schumacher, Mario Mora principalmente.
Algunos compositores que fueron parte de ésta práctica son: Karlheinz Stockhausen (Alemania), John Cage (Estados Unidos), Luigi Nono, Ligeti (Italia) y Edgar Varése, Pierre Schaeffer (Francia), entre otros.
El primer instrumento puramente electrónico fue el telearmónio o telharmonium, inventado por Taddheus Cahill en 1897. Un inconveniente muy simple impidió la adopción popular del telearmonio: tenía el tamaño de un automóvil y pesaba siete toneladas. Así, el primer instrumento electrónico práctico fue el Theremín, inventado por el profesor Lev Theremin entre 1919 y 1920. Otro primitivo instrumento electrónico fueron las Ondas Martenot , que Olivier Messiaen utilizó en la Sinfonía Turangalila (‘Los pasatiempos de la mente’ en sánscrito)
6.- Otras Corrientes del S.XX
Existen otras corrientes que conviven en este Siglo XX, así el Primitivismo que da sus primeros pasos con Igor Stravinsk y su obra “La Consagración de la Primavera” refleja los sentimientos a través de la agresiva interpretación, armonía politonal y ritmos abruptos que aparecen en su desarrollo. También existe la Música Concreta, constituida por sonidos grabados sin modificación y de la cual Pierre Schaeffer es uno de sus precursores. La Música Aleatoria cuyos elementos no están regulados por pautas establecidas y donde adquiere un papel preponderante la improvisación a partir de secuencias no estructuradas. El azar es un rasgo definitorio de esta técnica compositiva. Algunos músicos que desarrollaron ésta práctica fueron John Cage con Music of Changes (1951; Música de cambios)-, y el alemán Karlheinz Stockhausen con -Hymnen (1967; Himnos). Por último el Minimalismo término ocupado para caracterizar a música con repeticiones de frases cortas, con variaciones mínimas en un período largo de tiempo; estasis (movimiento lento), a menudo bajo la forma de zumbidos y tonos largos; con énfasis en una armonía tonal; y con un pulso constante. Terry Riley con su obra In C 1964 abrió las puertas de ésta corriente. En Chile, Roberto Falabella y sus “Estudios Emocionales” poseen rasgos minimalistas.
7.- Chile y el S. XIX y XX
En Chile las circunstancias en que se toca la música de tradición escrita son las mismas que en Europa. La gran diferencia descansa en que en nuestro País se toman fuentes musicales americanas e indígenas y se fusionan con la tradición europea. La síntesis y el mestizaje son significativos. Desde 1850 con la creación del Conservatorio de Música comenzaron a formarse compositores y músicos que son parte de la Historia musical Chilena desde la mitad del S. XIX hasta nuestros días.
Resulta, casi, un absurdo tratar de encasillar a compositores dentro de tendencias estilísticas arbitrarias, sin embargo, se puede hacer un intento de clasificación de las preferencias estilísticas de nuestros compositores, muchos de 1as cuales figuran en dos o más clasificaciones de acuerdo a la evoluci6n que ellos han experimentado.
Entre 1os compositores que han seguido las tendencias del romanticismo y postromanticismo se encuentran Alfonso Leng, Juan Rengifo, Enrique Soro, entre otros.
Aquellos que han seguido las escuelas impresionista y nacionalista han sido Pedro Humberto Allende, René Amengual, Próspero Bisquert, Carlos Isamitt, Jorge Urrutia Blondel, entre otros.
El lenguaje expresionista ha atraido a Alfonso Leng, Domingo Santa Cruz y León Schidlowsky.
Entre aquellos que han seguido las tendencias neoclasicistas encontramos a René Amengual, Juan Lemann, Juan Orrego Salas, Carlos Riesco, Domingo Santa Cruz, Silvia Soublette, entre otros.
Los procedimientos seriales han atraído a Miguel Aguilar, L. Alexander, J. Allende Blin, Gustavo Becerra, Roberto Falabella, Fernando Garcia, Tomás Lefever, Ida Vivado, entre otros.
El experimentalismo en música cuenta con Juan Amenhbar, J. V.Asuar, Gustavo Becerra, Samuel Claro, Tomás Lefever y León Schidlowsky.
Con procedimientos aleatorios y otras formas de creaci6n contemporánea están trabajando Gustavo Becerra, G. Brncic, R. Escobar, F. Garcia, C. Garrido-Lecca, T. Lefever, entre otros.
Otros compositores que resulta difícil clasificar su obra, por las características propias de su música son Carlos Botto, Acario Cotapos, H. Delpino, Federico Heinlein, Miguel Letelier, Jorge Peña Hen, y Cirilo Vila.

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